El paro sorpresivo realizado este lunes, que finaliza a primera hora del miércoles 25 de diciembre (por lo que no habrá faenas por lo menos hasta el jueves de esta semana, generó malestar en el gremialismo agropecuario, lo que quedó manifestado en el comunicado emitido por Campo Unido.
Allí se señala que "en el marco de la negociación colectiva de la industria frigorífica y los gremios de trabajadores de la misma, se llevan más de 5 meses sin poder acordar entre las partes".
"Desde hace varias semanas atrás, los trabajadores vienen realizando paros sorpresivos que afectan la faena en diversas plantas frigoríficas" se agrega.
Los gremialistas sostienen que "es necesario aclarar, que cuando esto sucede, los animales que llegaron a las plantas para ser faenados, son devueltos a los establecimientos de sus propietarios. Un animal vendido, es un producto terminado, pronto para ser faenado. El mismo tiene por lo menos dos años de trabajo, con todos sus costos acumulados (proceso de cría y engorde, costos de alimentación, sanidad, inversión en genética, trazabilidad, etc.). A su vez antes de ser enviado a faena, debe cumplir una cuarentena sanitaria, con una permanencia en el último destino de por lo menos 45 días".
Cuando un animal se devuelve a su predio suceden varias cosas:
El productor rural pierde su venta, restringiendo así sus ingresos y su capacidad de asumir sus compromisos (entre ellos los sueldos de sus trabajadores).
Se le devuelve un producto vivo que estaba en las mejores condiciones de salud, recibiendo un animal con pérdida de peso y que padeció una situación de stress importante (viaje en camión a planta, 24 hs o más de encierro en corrales y traslado de vuelta al establecimiento).
Se pierde la cuarentena de permanencia que había cumplido, por lo tanto, el productor va a tener que esperar 45 o más para poder venderlos nuevamente.
"El derecho a huelga no está en discusión. Lo que no podemos admitir, es la huelga sorpresiva con todos los perjuicios referidos que genera a los productores rurales" porque "una huelga en la faena no solamente afecta a la industria frigorífica, sino también perjudica a los productores y a sus trabajadores: nuestro producto tiene un momento de finalización y si no lo extraemos de nuestros predios nos atrasa los ciclos de producción y afecta nuestros recursos".
"Una huelga de estas características también hace subir la oferta de ganado terminado que semanalmente debe ser faenado. Una acumulación del mismo produce una reducción de los precios recibidos por los productores. No siendo parte ni teniendo responsabilidad los productores rurales en dicha mesa de negociación colectiva, no podemos ser los principales perjudicados por este conflicto. Hemos solicitado al Ministro de Trabajo y Seguridad Social la declaración de esencialidad de la faena bovina de los animales que ya ingresaron a plantas de faena" subraya el comunicado.
No podemos permitir que se sigan devolviendo ganados terminados. Instamos a las empresas frigoríficas y a los gremios de trabajadores que junto con las autoridades del MTSS, logren soluciones que permitan retomar el ritmo de faena propio de la época. La producción cárnica nacional es uno de nuestros principales productos y motivo de orgullo de los uruguayos. Cuidemos nuestra cadena productiva que ha sido, es y será unos de los motores de nuestra economía y generadora de trabajo para los uruguayos.
Firman la carta: Asociación Cultivadores de Arroz, Asociación Nacional de Productores de Leche, Asociación Rural del Uruguay, Comisión Nacional de Fomento Rural, Cooperativas Agrarias Federadas y Federación Rural.
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