Por Yonnatan Santos Preste
El mercado ganadero en Uruguay durante este año 2023 se ha visto sacudido por diferentes eventos negativos, caso de la sequía, la baja de precios internacionales que afectó demasiado al mercado interno, sumado a una faena muy marcada por animales de corral, o genética que se fue a frigorífico por centavos.
Es cierto que hace poco más de un año, cuando el país atravesaba la segunda sequía consecutiva, el precio de las haciendas con destino a faena estuvo en niveles más que interesantes, que fijaron también una extensa época de valorizacion para las categorías de reposición.
Pero este año la situación cambió rotundamente. En febrero, yendo directamente a la tabla de precios de la Asociación de Consignatarios de Ganado, el novillo gordo tenía una cotización promedio que rondaba los US$ 3,75, y la alerta comenzaba a encenderse, ya que si bien la cotización fluctuaba en ese entorno, la sequía seguía, la situación no se sostenía y se avizoraba un ajuste en los principales mercados internacionales. Y se olfateaba, ese ajuste se iba a trasladar.
Pasaron las semanas y la referencia de US$ 3 por kilo para el novillo se veía venir, aunque algunos analistas y otros gremialistas aseguraban que eso estaba lejos de pasar, que era una utopía. Pero esa utopía de la que muchos hablaban se volvió una realidad, que en epocas donde la falta de lluvias causaba estragos en los campos, esa referencia tiró por debajo varias expectativas, y atrasó inversiones necesarias, para un productor que ya había comprado cara la reposición, y la ecuación no le cerraba por ningún lado. Incluso muchos vendiendo apretados por la sequía, o por la necesidad de hacer caja. Porque si bien sabemos que las lluvias llegaron, no llueve pasto y hasta el momento el escenario es negativo.
Y no sólo llegó a esa referencia, sino que tuvimos varias semanas por debajo, con negocios que se cerraban sin precios, y alguna planta que llegó a ofrecer US$ 2,40 por novillos.
Y ahí esa utopía que nadie esperaba, se volvió una especie de deseo, y hoy, con la referencia promedio en US$ 3,08 y la falta de lluvias nuevamente complicando en algunas zonas del país, se volvió una suerte de alivio para muchos productores.
Muchos aseguraban que en setiembre la situación cambiaría, que los mercados rebotarían y la carne comenzaría a valer... pero los productores aún la siguen esperando.
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