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Yonnatan Santos Preste

Un lunes positivo para el maíz y el trigo en Chicago


El dato de stocks de maíz informado por el USDA sorprendió al mercado e impulsó las cotizaciones del cereal. El trigo subió por los riesgos sobre la cosecha mundial, mientras que la soja cayó luego de los máximos alcanzados el viernes.


Los futuros del trigo finalizaron la primera jornada de operaciones de la semana con ganancias, recibiendo soporte de las malas condiciones meteorológicas para los cultivos en algunas de las principales regiones productoras. La falta de lluvias amenaza las cosechas de trigo en algunas zonas de Rusia y Australia, mientras que las intensas precipitaciones perjudican los rendimientos en Europa occidental, por lo que la Comisión Europea ha recortado su previsión de producción de trigo utilizable de la UE a su nivel más bajo en 12 años.


Los futuros del maíz en Chicago cerraron la rueda de operaciones al alza, alcanzando un máximo de más de tres meses, tras conocerse que los grandes stocks de maíz de EE.UU. se colocaron por debajo de las expectativas comerciales. Los stocks de maíz ascendieron a 44,7 Mt al 1 de septiembre, un 29% más que el año pasado y alcanzando un máximo de cuatro años, según reportó el Departamento de Agricultura de Estados Unidos en un informe trimestral publicado hoy, mientras que los principales agentes del mercado esperaban 46,8 Mt. El informe del USDA parece reflejar una demanda de maíz más fuerte de lo esperado, incluida la reciente demanda de exportación de los suministros estadounidenses por parte de México.


Los futuros de la soja ajustaron en terreno negativo luego de tocar máximos de dos meses el último viernes. En una rueda volátil, la oleaginosa ajustó cayendo poco más de 3 dólares por tonelada. El USDA informó que los stocks de soja al 1 de septiembre aumentaron considerablemente respecto del año anterior, pero apenas por debajo de las expectativas comerciales. La soja había alcanzado el viernes su precio más alto en dos meses debido a los daños causados por el huracán Helene en los cultivos y las infraestructuras de la costa estadounidense del golfo de México, sin embargo, al día de hoy los operadores evalúan que los fueron menores de lo que se temía en un principio.




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